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サマリー
あらすじ・解説
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Juan David Betancur Fernandez
elnarradororal@gmail.com
Habia una vez en un pequeño pueblo de Judea una familia que después de haber recorrido muchos kilómetros habían logrado conseguir pasar la noche en una pequeña gruta que servia de establo para algunos animales. La familia estaba esperando el nacimiento de su bebe y sabían que el momento seria pronto. Aquella noche era una noche fría y el único recurso que tenían para protegerse era el heno que le daban a aquellos pocos animales que vivían allí.
Si bien las circunstancias no eran las ideales para tener un bebe La futura madre sabía que todo saldría bien ya que su futuro hijo había sido enviado por Dios y Dios siempre estaba con ellos. Sin embargo, el frio de la noche la hacia tiritar y su esposo solo podía abrazarla para darle un poco de calor.
En los campos cercanos vivía un un joven pastor llamado David. David era conocido por su humildad y su corazón generoso. Aunque no tenía mucho, siempre estaba dispuesto a compartir lo poco que tenía con los demás.
Durante aquella noche fia de Invierno, David se dedicaba a cuidar a sus ovejas y se encontraba fuera de su pequeña tienda de campaña vigilando el tranquilo deambular de las ovejas dentro del corral que les había preparado.
La luz de la luna se reflejaba sobre el blanco cuerpo de sus ovejas y esto hacia a David feliz ya que podía vigilar mejor a todo el rebaño.
De pronto sus ojos se fueron apartando de sus ovejas y una luz extraña le llamo la atención en el firmamento. David conocía muy bien el mapa de estrellas ya que había pasado gran parte de su vida contemplando las estrellas en el campo. Esta estrella no había estado allí antes y realmente era muy brillante, tan brillante que opacaba las estrellas a su alrededor.
La estrella además producia una luz que claramente se dirigía a algún sitio cercano. Curioso decidio seguir esa luz y ver que era lo que indicaba.
David recorrio varios kilómetros hasta que a lo lejos se veía el poblado de Belen donde vivían sus padres pero la luz parecía caer sobre pequeña colina que se separaba de aquel poblado. Allí habían algunas grutas que se usaban como establo para los animales pero en este caso era claro que la estrella parecía haberse posado sobre una de las grutas. Curioso y con un poco de temor siguió recorriendo el camino que lo llevaba cerca de las grutas y de pronto oyo un ruido como de un bebe.
Más extrañado aún se acercó a inspeccionar la gruta de donde provenia aquel sonido inconfundible. Lentamente se asomo a la gruta y vio allí que entre la paja que se le daba a los animales para comer había una pareja con un bebe en sus manos. No sabía sus nombres y porque estaban allí pero David sabía que aquel era un momento glorioso y que estaba ante algo muy especial. Sabía que debía ayudar a aquella pareja y aquel niño indefenso.
Con mucho cuidado se acercó a la pareja y sacándose de sus hombros el pobre manto de lana que lo acompanaba cuando salia a la interperie se lo ofrecio a la madre. Esta lo miro con mucha emoción y reconociendo en David un ser generoso acepto el manto y suavemente lo puso sobre el cuerpo del bebe recién nacido.
El bebe sonrio al sentir el suave y cálido toque de aquel manto y de sus sabios salieron unos cuantos sonidos de placer.
David no podía dejar de mirar aquel bebe, reconocia en el un ser que traería un nuevo mensaje al mundo. Pese a estar en un lugar humilde y rodeado por un par de humildes animales había algo en su mirada y en su gesto que le traía una sensación de paz.
Sin saber porque se arrodillo a un lado de aquel bebe y las manos del bebe se extendieron para toc