Atención Tiradores!! hoy, nos relajamos y tiramos sobre la mesa un tema con mucho love....

¿Cambia el amor con los años? La mayoría diría que sí, y no solo porque cambiamos nosotros, sino porque también cambian nuestras heridas, nuestros miedos, nuestras prioridades y nuestras formas de vincularnos. Amar antes de los 50 suele estar lleno de proyecciones, de planes futuros, de intensidad, de querer construir desde la pasión y el ideal.

Después de los 50, el amor se vive desde otro lugar: ya no se trata solo de construir, sino de compartir; ya no se busca salvar al otro, sino caminar con alguien que también se ha salvado a sí mismo. A veces llega con más calma, otras con más coraje. Se ama más lento, pero más profundo. Con menos promesas y más presencia.

Hoy queremos abrir una conversación honesta y sin prejuicios: ¿qué significa amar antes y después de los 50? ¿Qué hemos aprendido, qué hemos perdido, y qué seguimos buscando?

Tiradores todos! hoy les traemos un tema sensible para algunos...pero que nos dejará pensando a todos...

En Chile, morirse también tiene precio. Y no es barato. El negocio de las funerarias se ha convertido en una industria que, en medio del dolor y la urgencia, mueve millones. Cajas, urnas, trámites, traslados, velorios... todo se transforma en un paquete que muchas familias no pueden costear, pero deben asumir. ¿Estamos frente a un sistema que acompaña o que lucra con el duelo? ¿Hay regulación real o estamos dejando que el mercado haga lo que quiera incluso en los momentos más vulnerables de la vida? Hoy queremos hablar del negocio funerario en Chile: lo que cuesta morir, lo que se cobra en silencio y lo que nadie cuestiona... hasta que le toca

Hola hola Tiradores!!! les traemos nuevamente un tema de conversación sin libretos, sin prejuicios, sin filtro...al más puro estilo "Tiro al Aire"...

Hablar de salud pública en Chile es tocar una fibra sensible para millones de personas. Largas esperas, falta de especialistas, listas interminables para cirugías o exámenes, hospitales colapsados y una atención que muchas veces depende más de la paciencia del paciente que de la eficiencia del sistema. ¿Cómo llegamos a este punto? ¿Qué está fallando en un país que se enorgullece de su desarrollo, pero donde enfermarse puede ser una condena si no tienes cómo pagar? Hoy abrimos este espacio para conversar sin maquillaje sobre la salud pública: sus deudas, sus avances, la sobrecarga del personal médico y la brecha profunda con el sistema privado. Porque la salud no debería ser un privilegio, sino un derecho. Y ese derecho, en Chile, aún está en deuda...