
1 TIMOTEO 6. AMOR AL DINERO
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AMOR AL DINERO
1 Timoteo 6:6… la verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. 7 Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. 8 Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos. 9 Pero los que viven con la ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción. 10 Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal. Y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas. NTV.
Desde un principio, las personas han anhelado tener posesiones materiales y riquezas a gran escala, pensando erróneamente que el dinero les va a dar la felicidad anhelada, pero esto no fue así, ya que muchos monarcas en el pasado lograron acumular grandes riquezas por medio de las conquistas a otros reinos y pueblos vecinos, pero jamás encontraron la verdadera felicidad, por lo contrario, vivieron en una desdicha constante, pues siempre anhelaban acumular más y más riquezas. Además, vivieron en el temor de que en algún momento alguien se levante en contra de ellos para acecinarlos y apoderarse de sus riquezas. Este anhelo de amontonar riquezas es contrario a la voluntad de Dios para los hombres y en especial para los que aceptaron a Su amado Hijo Cristo Jesús; como su Señor y Salvador.
En el presente, un gran número de personas todavía creen que el dinero les puede dar felicidad, pero la verdad no es así, ya que existen personas con grandes cuentas bancarias que no son felices, por lo contario son infelices ya que se encuentran atrapados en la ansiedad de incrementar sus riquezas, y esto poco a poco les va llevando a la ruina y a su propia destrucción. Algunas personas son conscientes de que el dinero no les puede dar felicidad, pero pese a eso, anhelan enriquecerse y tener grandes fortunas, en este anhelo también caen algunos hijos de Dios, pues son tentados por la ambición de hacerse ricos. El deseo de riquezas está lleno de peligros, ya que los hombres son dominados por la ambición y la avaricia que a la larga los puede llevar a la ruina y a su propia destrucción.
El deseo de tener algo de dinero en los bolsillos o en una cuenta bancaria en sí mismo no es lo malo, pues a lo largo de la Biblia se puede encontrar a algunos siervos de Dios que fueron grandemente bendecidos y tuvieron riquezas. Pero estas riquezas no se les dieron por que ellos hayan tenido alguna clase de ambición de riquezas, sino que Dios en su amor, bondad y generosidad les otorgó. De la misma manera en el presente, Dios bendice a sus hijos con más dinero de lo que necesitan para suplir un mínimo de alimento y de abrigo, hasta les puede otorgar grandes riquezas para que puedan ser de bendición con los que menos tienen. El dinero nunca será malo, lo malo es que los hombres amen al dinero, pues por amor al dinero; se han generado conflictos bélicos, conflictos familiares, estafas, traiciones, robos y hasta asesinatos, por eso el amor al dinero es la raíz de todos los males. Los creyentes que llegan amar al dinero, corren el peligro de apartarse definitivamente de su fe en Cristo y de amar a Dios con todo su corazón, ya que el dinero ocupará el lugar que le corresponde solo a Él.
Queridos hermanos. Las posesiones terrenales son pasajeras y son un don de Dios para que sus hijos puedan sustentar cada una de sus necesidades básicas cotidianas. Reconociendo este principio divino, debemos sentirnos satisfecho y felices teniendo nuestro sustento y abrigo diario. Además, podemos tener la certeza de que nuestro amado Padre celestial, nunca dejará de sustentarnos, sino que siempre estará pendiente de cada una de nuestras necesidades. Hermanos. No nos desviemos de nuestra fe, amor y devoción por nuestro amado Señor, pues el amor al dinero conduce a toda clase de maldad.