
DIA 149 - Elias y los Profetas de Baal
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Hoy estaremos leyendo 1 Reyes 17 y 18, Hechos 18 y el Salmo 89:13-19. En 1 Reyes 17, el profeta Elías aparece de repente en escena con una palabra desafiante para el rey Acab: “No habrá lluvia hasta que yo lo diga”. En medio de la sequía, Dios cuida de Elías junto al arroyo y luego en casa de una viuda en Sarepta. Allí, un poco de harina y aceite son multiplicados milagrosamente, y más adelante, el hijo de la viuda es resucitado. Dios no solo confronta la idolatría, también sustenta con ternura a los que le obedecen. En 1 Reyes 18, Elías reta a los profetas de Baal en el monte Carmelo. Después de un enfrentamiento dramático, Dios responde con fuego desde el cielo y el pueblo se postra diciendo: “¡El Señor es Dios! ¡El Señor es Dios!”.
Reflexiona: ¿Estás dispuesto a confiar en Dios aún en medio de la escasez? ¿Estás del lado de los que esperan que el fuego de Dios caiga o del lado de los que confían en sus propios altares?
En Hechos 18, Pablo llega a Corinto, donde trabaja haciendo tiendas con Priscila y Aquila. Aunque enfrenta oposición, el Señor le habla en una visión: “No tengas miedo, sigue hablando y no te calles, porque yo estoy contigo, y nadie te atacará ni te hará daño, porque mucha gente de esta ciudad me pertenece” (versículos 9-10). Pablo se queda allí un año y medio, enseñando la Palabra de Dios con perseverancia. También vemos cómo Apolos comienza a predicar con pasión, siendo luego instruido por Priscila y Aquila con más profundidad.
Reflexiona: ¿Estás dispuesto a proclamar a Cristo con valentía, aun cuando hay resistencia? ¿Confías en que Dios está contigo cuando Él te llama a hablar?
El Salmo 89:13-19 nos recuerda que el brazo de Dios es fuerte y su trono está fundamentado en justicia y verdad. Dice: “Feliz el pueblo que sabe aclamarte, y que camina a la luz de tu rostro. Todo el día se alegra en tu nombre, se regocija en tu justicia” (versos 15-16). En medio de un mundo que muchas veces exalta lo falso, el pueblo de Dios es llamado a vivir a la luz de Su rostro.