Cada día consumes ideas, opiniones y “verdades” que no nacieron de ti…Las descargaste.
Pensar por uno mismo duele, pero no hacerlo tiene un precio: vivir manipulado.

Crees que eres libre… pero ya piensan por ti.
Bienvenido a la guerra invisible, la nueva manipulación sin balas, sin sangre… pero con tu mente como trofeo.

Estabas roto, no perdido.
Este es el episodio que marca tu regreso.
Propósito. Liderazgo. Presencia.
Porque el mundo no necesita menos hombres…
necesita hombres verdaderos.

Lo hicimos más tierno. Más correcto. Más inofensivo.
Y sin querer…lo volvimos prescindible.
Esto no es progreso.
Es demolición emocional.

Le dijeron que no debía molestar, ni liderar, ni proteger.

Y obedeció tan bien…

que ahora ya no sirve para nada.

Muchos creen que ser espiritual es apagarse…
Pero, ¿y si la verdadera luz también quema?
Este episodio no huele a incienso, huele a fuego.
No es para quien quiere paz…
Es para quien está listo para cambiar el mundo desde adentro.

Subes frases bonitas…
pero no subes el desastre de tu vida real.
Meditas, fluyes, sonríes…
Te dijeron que eso era espiritualidad.

¿Y si fuera justo lo que te está debilitando?

Muchos rezan… para no moverse.
Otros esperan… para no decidir.
Hay cosas que parecen fe…
pero algo no huele bien.